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Exposición fotográfica Haz de Luz

La foto anterior se corresponde con la portada del catálogo de la Exposición fotográfica «Haz de Luz» de Chema Concellón, un gran fotógrafo vallisoletano al que sigo desde que lo descubrí en Flickr. Podremos disfrutar de sus fotografías entre los días 8 a 29 de febrero, y 1 a 30 de abril, en horario de 18:00 a 21:00 horas de lunes a sábados, y de 12:00 a 14:00 los domingos, en el Salón de Pasos de la Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias en Valladolid.

La muestra está compuesta por una colección de 15 fotografías de la Semana Santa vallisoletana, en blanco y negro y en formato 70 x 100 cm. realizadas entre los años 2004 y 2007.

>Haz de Luz

El título de esta exposición admite dos interpretaciones. Por un lado se podría entender que nos referimos a una irradiación, a una columna o rayo proyectado de luz. En otro sentido bien dispar, el título nos puede llevar a pensar en un imperativo que nos hiciese constituirnos a nosotros mismos en luz, tomar el papel de la luz en este gran escenario que es el mundo.

La luz domina nuestras vidas desde que nacemos y nos ciegan las primeras luces del paritorio. Todos nuestros actos vitales se ven inexorablemente marcados por los ritmos cíclicos que nos impone la luz. La luz hace que nuestro mundo sea de colores. Así, el color negro no deja de ser otra cosa que la total ausencia de luz.

Siempre he sentido una fascinación especial por este elemento de la naturaleza, y quizás aquí encuentra su origen mi pasión por la fotografía. A menudo he hecho mía la manida frase basada en la etimología griega de que fotografiar es “escribir con luz”. Y por aquello de escribir y por ende transmitir información y sensaciones a los demás, siempre he encontrado una atracción especial por poder comunicar al resto de la gente mi postura, mis sensaciones y mis sentimientos ante el mundo a través de las imágenes capturadas por una cámara fotográfica.

Siendo un niño podía pasarme muchos minutos admirando embelesado un paisaje, y viendo como paulatinamente, con la salida o la puesta del sol, todas las tonalidades de la escena iban transformándose como un papel de tornasol, según la incidencia de la luz iba cambiando por momentos.

Con el paso de los años, esta pasión por la luz se ha ido transformando en una obsesión. Otros aspectos de la fotografía tales como la temática, el encuadre, los diversos tratamientos, han ido cediendo importancia en pos de una atracción, de un magnetismo, diría yo casi enfermizo, por poder plasmar en cada instantánea detalles que hiciesen resaltar y destacar la importancia y la omnipresencia de este elemento que se constituye en lo que podríamos llamar la tinta de la fotografía.

Y con ese tintero imaginario he tratado de inundar las imágenes que componen la presente muestra. Desde mi punto de vista no importa tanto el tema o los diferentes encuadres que podamos apreciar, como el hecho de que las instantáneas irradien en el observador sensaciones que le evoquen términos tales como destello, ráfaga, halo, aureola, rayo, centelleo, reflejo, brillo, resplandor, fulgor, claridad, refulgencia, fluorescencia, iluminación, luminosidad, albor, irradiación,… o tantos otros términos en los que la ineludible, inevitable y omnipresente luz se nos manifiesta a cada momento de nuestras vidas.

Por eso, y sin ninguna pretenciosidad por mi parte, siguiendo el imperativo marcado por el título de esta exposición, he intentado por unos instantes, los que se tarda en apretar el disparador de la cámara, hacer el papel de luz, ponerme en lugar de la luz, para de ese modo poder transmitirles en imágenes lo que se siente, lo que sentimos cuando ante nuestros ojos transita solemne y señorial, acompañada por sus cofrades, la Virgen de las Angustias, dueña y señora de esta casa que hoy acoge a este insignificante haz de luz.

Chema Concellón

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